1 rodaja de queso provolone.
8 tomates cherry.
Tomate frito o natural triturado (al gusto).
Aceite de oliva.
Orégano.
Preparación:
Cortamos los tomates cherry por la mitad y los ponemos en la base de un plato de barro. Encima ponemos el queso provolone, añadimos un hilo de aceite y espolvoreamos con orégano. Añadimos unas gotas de tomate y metemos al horno precalentado a 180º. Dejamos unos 15 minutos o hasta que el queso esté fundido.
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