Hace ya algunos años, cuando todavía no existían los dvd, la telefonía móvil, los sms, ni las televisiones de lcd, mi madre y yo teníamos una guerra cada vez que en casa había filetes de hígado para comer.
Me ponía malo solo de pensarlo, se me hacia "la bola", yo sólo pedía un filete mas fino y parecía tan difícil de conseguir.Pues bien, ahora ya no se me hace "la famosa bola", no solo no me pongo malo sino que me encanta, además ese "mocoso" ha crecido y es capaz de dejar los filetes a su gusto, en trocitos de bocado para que el comer hígado sea un disfrute.
Mamá, un día te tengo que preparar los filetes que tanto demandaba y que tanto me ayudaron a crecer, ser sano y llegar a conocer todos esos términos tecnológicos formados a partir de la unión de consonantes.
2 filetes de hígado de ternera.
2 cebollas.
1 diente de ajo.
1 cucharadita de carne de pimiento choricero.
1 vaso de vino blanco.
1 chorrito de vino de Jerez.
Una pizca de romero.
Perejil.
Aceite de oliva.
Sal.
Preparación:
Pelamos y picamos las cebollas y el ajo, lo pochamos en una cacerola con un poco de aceite. Mientras tanto aprovechamos para lavar bien los filetes de hígado, los dejamos escurrir, cortamos en dados y cuando las cebolla este transparente añadimos a la cacerola. Sazonamos y dejamos hacer 4-5 minutos (que tampoco se pase mucho que sino quedará seca).
Agregamos el pimiento choricero y mezclamos bien. Mojamos con los vinos y dejamos reducir.
Agregamos el pimiento choricero y mezclamos bien. Mojamos con los vinos y dejamos reducir.
... Y a la mesa.